Los Colores
Manuel García
Témpera (2008)
Cuando ella se enamoró
no pensó que el corazón
era rojo para siempre.
Siempre era rojo,
rojo por siempre, no.
No lo pensó, el corazón.
Y lo guardo en un rincón
sin saber si un día el sol
le daría otros colores,
otros colores, otro color,
un día el sol, no lo pensó.
Se despertó un día el sentir
su latir como un tambor
que llamó de muy adentro,
como un lamento,
presentimiento, de algún temblor.
Como un tambor, como un temblor.
Entonces el cielo cambió,
se volvió menos azul
y ella vio que los colores,
no eran amores
que los dolores, del corazón,
bien rojos son.
Bien rojos son, del corazón,
bien rojos son.